sábado, 14 de marzo de 2015

Chalange one: Meeting new people (Part two)

After a long time of thinking (well... not so much, I just got bored), and considering the fear of being rejected that I assume we all have, I came up with the one more traditional place that I didn't think could close the door in my face: Church.
I did my research, and found a lovely catholic church, and BONUS: it's close to home. I started going there quietly on Sundays, trying slowly to fit in, and to get to know the place and the people. Everything was going great until I remembered that I know all the prayers in spanish like the back of my hand, but I don't know anything in English. I found that what you read is Gosspel, and tried to hear every response quietly to take it all in. But there's only so many times that you can yawn or cough at Mass, am I right?
So I started answering in Spanish. I figured God speaks all languages, so we're cool. But if you're trying to blend in, not so much. Some of the people around me started to turn around and checked out the crazy lady that's not making any sense, but after some time they got used to it, or at least they stopped staring.
One day after Mass, I gathered the courage to stay a little longer to talk to the priest, and see if he could show me around, since I'm new in town and don't hang out with anybody other than a dog and a baby (who is adorable by the way, but there's a certain amount of baby talk I can do a day).
He was very happy I turned to him and invited me to a lunch the Sunday after that:"a lot of people are going to come, and it would be great for you, I think". FINALLY, I thought. So I waited for Sunday all week, excited and anxious to meet all these new people. Five more days, four days, one more day!
I made it until Sunday and I waited for father Mark after Mass. He got his coat and we went over to the building next door to where the lunch was being held. This is awesome, I thought. We open the door and I see around 30 people, ALL over 70. I felt like my jaw dropped to the floor. Thankfully I was a little more discreat with my reaction than I thought.
Father Mark told me that he had taken me to the Seniors Luncheon because of a story I told him. One about my grandma. And how he thought I needed one, or 30 apparently. Anyway, I ended up having a great time and really enjoying myself. So now I know 30 new people that I can have dinner with, If I don't mind eating around 4 that is...

We'll see what happens next America. Stay tuned...


Primera misión: conocer gente nueva (parte dos)

Después de mucho pensar (bueno, no tanto, digamos mejor que me aburrí), y teniendo en cuenta el temor de ser rechazado que asumo todos tenemos, se me ocurrió un lugar más tradicional que pensé que no me podía cerrar la puerta en la cara: Iglesia.
Busqué e investigué y encontré una iglesia católica divina, y BONUS: es cerca de casa. Empecé a ir los domingos, tratando lentamente de encajar, y de conocer el lugar y la gente. Todo iba muy bien hasta que recordé que conozco todas las oraciones en español como la palma de mi mano, pero hago agua en inglés. Descubrí que lo que para mí es el Evangelio, para ellos es Gosspel, y traté de escuchar cada respuesta, esperando memorizarlas como por arte de magia. Pero sólo hay una cierta cantidad de veces que se puede bostezar y toser sin llamar la atención, ¿nocierto?
Así que empecé a contestar en español. Pensé que Dios habla todos los idiomas, así que estamos más que bien. Pero si estás tratando de pasar desapercibido, no tanto. Algunas de las personas a mi alrededor empezaron a darse vuelta y ojear a la chica que está hablando en lo que por las miradas parecía el idioma de Satanás. Estimo que después de un tiempo se acostumbraron, o al menos dejaron de mirar.
Un domingo después de mida, tomé el coraje para quedarse un poco más y hablar con el sacerdote para ver si me podía presentar gente ayudarme con mi escasa/nula vida social,ya que soy nuevo en la ciudad y no salgo con hablo que no sea un perro y una bebé (que es divina por cierto, pero hay una cierta cantidad tiempo en el día en que puedo hablar y balbucear como un bebé).
El padre Mark estaba muy contento de que haya hablado con él, y me invitó a un almuerzo el domingo siguiente:"Va a venir un montón de gente, y creo que te va a hacer muy bien". ¡AL FIN!, pensé. Así que esperé hasta el domingo durante toda la semana, emocionada y ansiosa por conocer a todas estas nuevas personas. Cinco días más, cuatro días, uno más!
Logré esperar hasta el domingo y esperé al padre Mark después de la Misa. Se puso su abrigo y nos fuimos al edificio de al lado de donde se celebraba el almuerzo. Esto es genial, pensé. Abrimos la puerta y veo alrededor de 30 personas, todas mayores de 70 años. Sentí como mi mandíbula hubiese caído al suelo. Por suerte fui un poco más discreta con mi reacción de lo que pensaba.
El padre Mark me dijo que me había llevado al almuerzo de la tercera edad por una historia que le había contado. Una de mi abuela. Y de cómo él pensaba que necesitaba una, o 30 al parecer. De todos modos, la pasé muy bien y realmente pude disfrutar del almuerzo. Así que ahora conozco 30 nuevas personas con las que puedo cenar, siempre y cuando no me moleste comer alrededor de las 4...

Veremos como sigue todo. Manténganse al tanto...

1 comentario: